Las enfermedades laborales, el estrés, trastornos del sueño-vigilia y ansiedad, el “burnout” son algunas de las enfermedades laborales que hace que las empresas en México asuman costos por más de 16,000 millones. Para ti, ¿qué impacto tiene?

CONTENIDO:

  1. ¿Conoces la tabla de enfermedades laborales?
  2. Estrés, trastornos del sueño-vigilia y ansiedad.
  3. Síndrome de Burnout.
  4. Acciones para prevenir enfermedades laborales

¿Conoces la tabla de enfermedades laborales?

Aquí te va un dato curioso: La tabla de enfermedades laborales, data del año 1970 y apenas, por primera vez en más de 50 años, se están incluyendo padecimientos de tipo mental y psicosocial, como el estrés crónico.

El 11% de las discapacidades laborales que se atienden al año en México tienen que ver con trastornos mentales relacionados con el trabajo, lo que hace que las empresas asuman costos de 16,000 millones de pesos para atender estas situaciones, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Y no, no significa que “por la pandemia” se hayan desarrollado patologías mentales en los trabajadores, o que “las nuevas generaciones sean muy delicadas”, son condiciones que siempre han existido, y que podemos padecer simplemente por ser seres humanos. De hecho, de acuerdo a la OIT, en el mundo se registran cada año 160 millones de trabajadores que se enferman ¡por las actividades que hacen en su trabajo!.

Esto es lo que debemos saber sobre los primeros auxilios psicologicos y su importancia en el trabajo.

En realidad no es tan difícil de creer; imagina un lugar en el que estás más de 8 horas diarias, probablemente expuesto a agentes externos como ruido, polvos, químicos, etc. De pie en el mismo punto, quizá realizando movimientos repetitivos, o con las piernas dormidas de pasar tanto tiempo sentado con la mano en el escritorio moviendo un ratoncito, conviviendo con un equipo de trabajo que se dedica 50% a sus actividades, y otro 50% a poner al tanto a los demás de sus vidas personales, y para rematar en éste magnífico escenario, sumemos una gran cereza al pastel; un líder dictador, que te tiene con la mano en el cuello, y con el que aunque hagas tu máximo esfuerzo, “nunca será suficiente”, porque “el trabajo jamás termina”.

¿Crees que éstas condiciones sean suficientes para que tu cuerpo reaccione?

Estrés, trastornos del sueño-vigilia y ansiedad (generalizada, específica o social), son los principales padecimientos resultantes de someterse a Factores de Riesgo Psicosocial, que si llegan a ser crónicos, pueden generar una enfermedad laboral, y hay que tener muy claro que al hablar de Factores de Riesgo Psicosocial, no sólo nos referimos a acontecimientos traumáticos severos o a situaciones de violencia y/o acoso laboral, sino a un exceso de todo lo mencionado en el escenario de arriba o simplemente a la naturaleza del trabajo. (Consulta la NOM-035-STPS-2018 para conocer más sobre los Factores de Riesgo Psicosocial).

Analiza el estatus de tu empresa en los procesos de estas Normas: NOM-035-STPS-2018 y NMX-R-025-SCFI-2015

Enfermedades laborales; ¿eres parte de la estadística?

Síndrome de Burnout

Existe ya un padecimiento nombrado síndrome del quemado o de desgaste profesional, y es un estado de agotamiento mental, emocional y físico que resulta del estrés crónico y la insatisfacción laboral por jornadas de trabajo excesivas, sueldos bajos, malas relaciones laborales, etc.

Aunque esto no es una enfermedad como tal, identificar si algún trabajador padece Síndrome de Burnout, podría prevenir llegar a ser parte de las estadísticas de la OIT, contrayendo alguna de las 185 enfermedades de la tabla de enfermedades laborales.

Sería muy cómodo echar toda la responsabilidad de nuestro bienestar en el trabajo al patrón, considerándose a Gerencias y Recursos humanos en esta categoría, pero también es cierto que el mejorar y disminuir enfermedades laborales, implica hacer conciencia personal y procurar un entorno organizacional favorable, mismo que está conceptualizado como aquel en el que se promueve:

  • El sentido de pertenencia de los trabajadores a la empresa;
  • la formación para la adecuada realización de las tareas encomendadas;
  • la definición precisa de responsabilidades para los trabajadores del centro de trabajo;
  • la participación proactiva y comunicación entre trabajadores;
  • la distribución adecuada de cargas de trabajo, con jornadas de trabajo regulares conforme a la Ley Federal del Trabajo,
  • y la evaluación y el reconocimiento del desempeño.

Ahora que ya sabes si podrías ser parte de la estadística, sigue analizar qué actos te toca realizar o modificar para prevenir una enfermedad laboral. Te recomiendo arrancar con 3 sencillos puntos:

  1. Metas y objetivos: La mayoría de las personas cuando aceptamos un empleo, es porque se puede alinear a nuestras metas y objetivos, tanto personales como laborales. Si ya te desviaste de estas dos bases, ¡replantea!, quizá ya se cumplieron o estás dando “patadas de ahogado”.
  2. Equilibrio vida personal-laboral: Sí, “el trabajo nunca termina”, pero ¿qué tal andas en administración de tus tiempos?. Revisa tus hábitos, ¿descansas el tiempo necesario?, ¿te alimentas según lo que tu actividad física requiere?, ¿mantienes contacto con tu vida social?.
  3. Atención a lo que necesita tu cuerpo: Es obligación de las organizaciones proveer del equipo de protección personal y los demás elementos para realizar las tareas del puesto, lo mejor, con mayor protección y lo más cómodo posible; pero las posturas del cuerpo y el uso responsable de estos elementos, te toca a ti. Escuchar tu cuerpo es la parte más importante de este proceso. Da lo mejor de ti, pero apapacha y atiende a tu cuerpo para que pueda hacerlo como tu mente lo pida.

Mira qué es el clima laboral y cómo medirlo.